Sistemas automáticos de control del riego mediante actuadores (electroválvulas, variadores de velocidad, bombas, etc.) a través de una programación establecida por el agricultor consiguiendo un óptimo manejo de la explotación.
Esto conlleva una serie de ventajas como:
Ahorro de mano de obra, agua y energía.
Mayor eficiencia y planificación de riego.
Control de operaciones relacionadas al riego (control económico del riego).
Reducción de costes de mantenimiento.
Mayor producción debido a la optimización del riego.